El ex presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, y su esposa, Diana Garrigosa, protagonizaron uno de los momentos más emocionantes de la gala cuando juntos subieron al escenario para recoger el «Goya» al mejor filme documental, «Bicicleta, cuchara, manzana», que narra en primera persona la lucha de Maragall contra el alzheimer. El auditorio estalló en aplausos mientras la pareja correspondía con una abierta sonrisa. «Yo sólo sé explicar mi vida», dijo Garrigosa, con la esperanza de que esto sirva para que la gente «tome conciencia» de la enfermedad. A Pasqual Maragall le sonó el móvil, se supone que alguien que lo quería felicitar. Miró a su mujer y le echó un piropo perfecto para la noche víspera de San Valentín: «Sin Diana no hay Pasqual». En el exterior del teatro Real se agolparon a última hora de la tarde muchos aficionados deseosos de ver caras conocidas, a pesar de la lluvia y del tiempo desapacible en Madrid, y un grupo numeroso de internautas, muchos de ellos con