LA DESORIENTACIÓN EN LAS DEMENCIAS

Desde el primer momento que en un hogar se diagnostica a uno de sus miembros la enfermedad de Alzheimer, la carga emocional, psicológica y las repercusiones en la vida cotidiana de todos, evoluciona junto a la enfermedad.


A medida que la demencia avanza se sufre una disminución de las funciones cognitivas, perdiendo autonomía y capacidades

La enfermedad afecta a capacidades tales como la memoria, el pensamiento, la orientación espacial, temporal y personal, la comprensión, el cálculo, el aprendizaje, el lenguaje y el desarrollo de juicios complejos. No es consecuencia del envejecimiento, sino de una enfermedad y no se limita solo a un  problema de memoria.

Un síntoma muy característico de la enfermedad de Alzheimer es la desorientación, función cognitiva que se ve mermada con la evolución de esta.  Además, a esto también hay que añadir, que el proceso natural del  envejecimiento, por lo general, conduce a problemas de visión y las personas con demencia con frecuencia, tienen otros problemas visuales como: deterioro de la percepción de profundidad, percepción del color alterado o disminución de la capacidad de percibir contrastes.  Si unimos todo esto con la desorientación espacial y temporal propia de la enfermedad, entenderemos porqué nuestro familiar vaga sin rumbo, es incapaz de encontrar su destino, se orina encima porque no encuentra el baño o sale de casa porque no reconoce la suya propia.

"La desorientación puede darse en tiempo, espacio y persona"

Temporalmente, no se sabe en qué día se vive. Los episodios de desorientación son caracterizados por la dificultad para recordar el día en el que estamos, la estación, mes o año.

Esta desorientación temporal, puede conducir a que el enfermo lleve a cabo de manera errónea ciertas actividades de la vida diaria, como puede ser no saber si desayunar o cenar o levantarse de madrugada, pensando que ya es por la mañana. Para ayudar a mantener la noción del tiempo es importante la instauración de una rutina regular y adoptar un entorno estable y familiar, seguro y ordenado. Las señales visuales, indicaciones, carteles y dibujos favorecerán la orientación en el entorno habitual.

Espacialmente, comienzan a desorientarse en lugares inhabituales y a medida que avanza la enfermedad, incluso en entornos familiares.

Se desorientan al conducir o cuando van caminando se pierden. Finalmente, pierden la orientación dentro de su propia casa y no saben dónde está el baño, su habitación o la cocina. Intentan irse de casa, explicando desconsoladamente que quieren irse a la suya. Esta necesidad suele tener relación con que su recuerdo se ha marchado a la época donde vivían en otra casa, quizás la de sus padres.

 

La orientación es una de las funciones cognitivas más primarias. Cuando una persona está orientada puede ocuparse de asuntos más complejos como la interacción social o la consecución de metas a corto y largo plazo. La orientación hace referencia al conocimiento actual acerca de: «en qué momento estoy», «dónde estoy», «con quién estoy” y “quién soy”. La persona con problemas de orientación mirará a su alrededor y explorará el entorno en busca de señales, que le permitan conocer dónde, con quién está y qué puede esperar del encuentro.

El avance de la enfermedad influye en la orientación en el tiempo y el espacio. El/la paciente olvida fechas, estaciones, dónde se encuentra en el momento o cómo ha llegado hasta allí.  En un principio, se suele pensar que no atiende y no se fija, sin embargo, son dificultades que suelen aparecer en las primeras fases del deterioro.

En ocasiones podemos pensar que el hecho de que no sepa el día del mes o la semana en que nos encontramos puede ser un despiste tonto, pero el problema se visibiliza cuando estos olvidos se van incrementando, llegando a no recordar la fecha de nacimiento, la edad de los hijos, su boda, cuántos hijos tiene, etc.

Incluso, además de esta desorientación en el espacio actual, también se empieza a producir una desorientación en el manejo de los espacios, y por tanto en rutas y trayectos en el entorno próximo. Estas dificultades para orientarse en el espacio suelen comenzar con despistes en calles y rutas habituales, dificultades en la percepción de las distancias, llegando a “perderse” en lugares conocidos como el barrio, al usar el autobús (en una línea que coge de forma habitual), al salir a la compra, por el barrio, lo que ocasiona una gran ansiedad tanto para la persona diagnosticada como para todos sus familiares, con reproches y miedos, que tienden a incapacitar más a la persona. Y acaban por provocar que la persona deje de tener una autonomía en su entorno más cercano ante un incidente de este estilo. Estos problemas de orientación son los más incapacitantes socialmente ya que marcan la diferencia entre ser autónomo o depender de una persona, incluso con implicación legal subsidiaria.

  Olvidan fechas importantes y la fecha actual.

  Tienen dificultad para recordar dónde están y cómo llegaron.

Experimentan dificultades en la orientación dentro de espacios conocidos.

  Tienen dificultad en la estimación y percepción de las distancias.

 

El enfermo deja de tener conocimiento de «su yo» y no sabe quién es él mismo

Respecto a la persona, los aspectos que más se pierden en las fases leves son aquellos referentes a su edad, siendo el año de nacimiento, la fecha y el nombre de sus familiares más resistentes al deterioro en las primeras fases. Ya en fases moderadas, el enfermo deja de tener conocimiento de su yo y no sabe quién es él mismo.

La orientación en espacio, tiempo y persona se relaciona con la pérdida de la memoria reciente donde el día está en permanente cambio. Sentirse perdido, sería la frase que explique lo que significa estar desorientado.

La confusión conlleva una navegación, un transitar, a despertar por la noche y vagar por la casa. Los objetos, los espacios y lugares se tornan desconocidos. Vagar con la idea de encontrar algo que resulte familiar y perderse en el intento debilita la esfera emocional del enfermo que se siente asustado, angustiado y avergonzado.

Los problemas empeoran cuando los familiares, que no son conscientes de la dificultad, interpretan erróneamente estas conductas considerándolas fruto del capricho, la hostilidad o la falta de cuidado.

Es prioritario entender para poder ayudar, hay muchas cosas que se pueden hacer para ayudar al enfermo a estar aquí y ahora. Podemos intentar convertir nuestro hogar en un lugar donde nuestro familiar pueda ir, si se siente perdido (agendas, fotos, señales, dibujos, vídeos, etc.) y no olvidar nunca que sus sentimientos siguen intactos.

 

QUÉ HACER CUANDO UNA PERSONA SE DESORIENTA

 En el caso de que la persona con demencia salga de su residencia habitual y pensemos que puede desorientarse:

Se recomienda a las familias que ante un diagnóstico de demencia tengan la precaución de anotar los datos personales de la persona en un colgante, pulsera identificativa, etiqueta o utilicen un dispositivo GPS.

Contacta con el 112 y ellos te redirigirán a la policía correspondiente.

No esperes 24 horas para realizar la denuncia, ve a la autoridad competente más cercana a tu residencia.

  Facilita una fotografía reciente, descripción detallada y todas las características físicas que le caractericen, la ropa con la que estaba vestido en el momento de la desaparición, el lugar y la hora en la que se produjo la misma, los lugares habituales por los que acostumbra a andar, información relevante sobre la persona en cuanto al diagnóstico, grado de autonomía, medicación que esté tomando y si llevaba tarjetas o móvil.

 

ACTUACIÓN CON UNA PERSONA DESORIENTADA

Acércate a la persona que se muestre desorientada de manera tranquila y relajada.

  Preséntate de forma educada y pregúntale si le puedes ayudar en alguna cosa.

  Es posible que no recuerde dónde vive ni sepa contactar con su familia. Réstale importancia a este hecho para no inquietarlo más. Muéstrale tu apoyo.

Revisa si lleva algún identificador y/o móvil de contacto.

Háblale de forma suave y tranquilizadora. Adapta el discurso a la persona desorientada. Si ves que no te entiende utiliza frases más cortas y sencillas.

  Evita la confrontación, discutir no ayudará a resolver el problema. Si ves que no te comprende o que está nervioso, es mejor llamar a la policía para que le ayude.

En algunas ocasiones, la propia desorientación y nerviosismo puede producir cierta agresividad, intenta mantener la calma, déjale espacio para desahogarse e intenta distraerle cambiando de tema (pregúntale dónde nació, explícale alguna cosa).

Avisa al 112, es posible que la familia ya haya interpuesto una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y sea más sencillo localizar a la familia.

 

Fuente: Centro neurológico Antonio Alayón. Confederación española de Alzheimer (CEAFA)

Comentarios

Charles Nolan ha dicho que…
CÓMO ME CURÉ DE LA ENFERMEDAD DE ALZIEMEIR

Me diagnosticaron (enfermedad de Alziemeir) durante los últimos 2 años, lo que me hizo perder mi trabajo y mi relación con mi prometido después de que él descubrió que tenía la enfermedad de Alziemeir, ella me dejó y yo hice todo lo posible para que ella se quedara, pero ella Me descuidó hasta que un amigo mío del Reino Unido me dijo Gran sanador, que restaurará mi vida con su poderosa medicina herbaria curativa. Luego me envió su dirección de correo electrónico para contactarlo: drimolaherbalmademedicine@gmail.com. Y rápidamente me comuniqué con él y me dijo que mi condición se resolvería en unas semanas, que trataría la enfermedad de inmediato solo si podía aceptar la confianza en él y aceptar sus términos y condiciones. Acepté porque necesitaba mucha ayuda. por supuesto, así que hice todo lo que me indicó. Y sorprendentemente después de dos semanas, me envió un mensaje de texto, que debía ir rápidamente al hospital para un chequeo, lo cual realmente hice, le confirmo a mi médico que ahora estoy (Alziemeir Negativo) mi corazón se llenó de alegría, porque verdaderamente la enfermedad me privó de muchas cosas de mi vida, Esto es un Milagro, el dr imoloa también usa su poderosa medicina herbaria para curar las siguientes enfermedades: enfermedad de lupus, úlcera bucal, cáncer de boca, dolor corporal, fiebre, hepatitis A.B.C., sífilis, diarrea , VIH/SIDA, enfermedad de Huntington, acné en la espalda, insuficiencia renal crónica, enfermedad de Addison, dolor crónico, enfermedad de Crohn, fibrosis quística, fibromialgia, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad fúngica de las uñas, enfermedad de Lyme, enfermedad de Celia, linfoma, depresión mayor, melanoma maligno , manía, melorreostosis, enfermedad de Meniere, mucopolisacaridosis, esclerosis múltiple, distrofia muscular, artritis reumatoide, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de parkison, cáncer vaginal, epilepsia, trastornos de ansiedad, enfermedades autoinmunes, dolor de espalda, esguince de espalda, trastorno bipolar, tumor cerebral maligno, Bruxismo, bulimia, enfermedad del disco cervical, enfermedad cardiovascular, neoplasias, enfermedad respiratoria crónica, trastorno mental y del comportamiento, fibrosis quística, hipertensión, diabetes, asma, artritis inflamatoria autoinmune. Enfermedad renal crónica, enfermedad inflamatoria de las articulaciones, impotencia, espectro de alcohol feta, trastorno distímico, eccema, tuberculosis, síndrome de fatiga crónica, estreñimiento, enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer de huesos, cáncer de pulmón. contáctelo por correo electrónico: drimolaherbalmademedicine@gmail.com

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