LA IMPORTANCIA DEL DIAGNOSTICO. PRIMEROS SINTOMAS DE ALARMA DEL ALZHEIMER
SINTOMAS DE ALARMA DEL ALZHEIMER
Cada año se diagnostican en
España unos 40.000 nuevos casos de esta enfermedad, de los que más del 90%
corresponden a personas de más de 65 años. Las probabilidades de desarrollar
esta enfermedad aumentan de forma exponencial con la edad, duplicándose la
proporción de personas que padecen esta enfermedad cada 5 años.
Así, mientras que el número de
nuevos casos diagnosticados de enfermedad de Alzheimer en personas de entre 65
y 70 años es de entre 1 a 3 personas al año por cada 1.000 habitantes, asciende
hasta los 14-30 casos por cada 1.000 en personas de entre 80 y 85 años. Esto
hace que el alzhéimer ya sea la primera causa de discapacidad entre las
personas de edad avanzada en nuestro país y que siga en aumento: el progresivo
envejecimiento de la población hará que el año 2050 el número de pacientes
ascienda hasta los casi dos millones de personas.
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa ligada al envejecimiento. La edad es el factor de riesgo más importante. Existen también factores genéticos. Pero hay otros ligados al estilo de vida que sí está en nuestra mano modificar. Practicar ejercicio físico de forma regular, no fumar, evitar el abuso del alcohol, controlar el peso corporal, seguir una dieta sana y mantener la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol en niveles adecuados reduce el riesgo de padecer esta enfermedad.
A medida que la esperanza de vida aumenta, debemos estar más
atentos a los primeros signos del Alzheimer para prevenir sus efectos. Existen algunos
síntomas que aparecen incluso años antes de tener un diagnostico oficial.
Con todo, estas señales para detectar un Alzheimer precoz
son solo eso, señales, y no un diagnóstico fiable. En primer lugar, porque
muchos síntomas pueden estar producidos por otros motivos clínicos, como el
estrés, la propia edad avanzada u otras patologías. En segundo lugar, porque la
enfermedad debe estar diagnosticada por un experto. En cualquier caso, debemos
estar alerta si tenemos algún síntoma o si los observamos en algún familiar o
conocido.
Los olvidos puntuales pueden ser
algo normal, especialmente en épocas de mucho estrés, pero ¿cuándo debemos
empezar a preocuparnos? ¿Qué señales deberían ponernos en alerta ante una
enfermedad como el alzhéimer? La mayoría de los casos empiezan con problemas de
memoria episódica (aquella que se refiere al recuerdo de momentos, lugares,
emociones y detalles de contexto de episodios de la vida que se pueden evocar
de forma muy nítida). Las personas con alzhéimer tienen más capacidad para
recordar el pasado que lo que han hecho ayer.
La Alzheimer’s Association ha
elaborado una lista de señales de advertencia del Alzheimer y otros tipos de
demencia para conocer cuáles son los primeros síntomas y acudir al médico en
caso de que nosotros mismos o algún familiar los esté sufriendo. Es decir, si
tenemos dudas o si tenemos la sensación de que podría tratarse de Alzheimer o
algún tipo de demencia.
Para interpretar correctamente
esta lista debemos tener en cuenta que se pueden experimentar uno o más
síntomas al mismo tiempo, y que todos ellos se pueden experimentar en distintos
grados.
Listado de señales
Desorientación espacio-temporal.
Tiene lugar cuando hay pérdida de la noción espacial, como ignorar dónde se
está o cómo llegar a un determinado lugar ya conocido, pero sobre todo cuando
hay pérdida de la conciencia temporal, como el paso del tiempo, las fechas, o
incluso la estación del año en que se está.
Falta de memoria en cosas cotidianas. En las etapas más tempranas
del Alzheimer suele tener lugar esta señal, que consiste en olvidar de forma
repetida fechas o eventos importantes. No hay que confundir estos signos con
los olvidos propios del día a día que, por ejemplo, pueden tener su origen en
el exceso de estrés o la falta de atención. Los olvidos que preceden al
Alzheimer son muy persistentes y, a menudo, requieren de la ayuda continuada de
amigos y familiares.
Dificultades en las tareas cotidianas. Tiene lugar cuando es
difícil llegar a un lugar conocido, o realizar las tareas más sencillas del día
a día. También el olfato puede verse resentido.
Dificultad para resolver problemas habituales. Tiene lugar cuando
existen dificultades para, por ejemplo, organizar las cuentas del mes, seguir
las instrucciones de una receta de cocina ya conocida, entre otras.
Problemas en la visión. En algunos casos, los problemas a la hora
de comprender imágenes visuales o tener dificultades para leer, determinar
distancias espaciales o identificar colores o contrastes, pueden ser síntomas
de Alzheimer. Sin embargo, estos signos suelen ser poco característicos porque
se confunden con los propios de la edad avanzada.
Problemas para encontrar cosas. A menudo, las personas que empiezan
a sufrir síntomas de Alzheimer creen que les hurtan o esconden sus pertenencias
porque no son capaces de encontrarlas. Lo que ocurre en realidad es que, a
menudo, olvidan dónde las han puesto o las colocan en lugares distintos a los
habituales.
Problemas para tomar decisiones. Cambios de opinión o de juicio o
decisiones extrañas como, por ejemplo, regalar grandes cantidades de dinero a
las personas que venden productos. También hay una acusada pérdida en la
iniciativa en las actividades sociales o proyectos.
Cambios de humor. Enfados repentinos e injustificados, miedo y
ansiedad, y otros cambios de humor rápidos pueden ser síntoma de Alzheimer.
Problemas en el aseo personal. Olvido o descuido de la higiene
mínima personal.
EL ALZHEIMER PRECOZ: CUANDO LOS SINTOMAS APARECEN ANTES DE
LOS 65 AÑOS.
El Alzheimer precoz o
"demencia presenil", es un tipo de Alzheimer raro que tiene inicio
antes de los 65 años, normalmente entre los 40 y 50 años, y está relacionado a alteraciones
genéticas hereditarias que llevan a la pérdida progresiva de cognición,
produciendo síntomas, como falta o pérdida de memoria, confusión mental,
agresividad y dificultad para realizar las actividades diarias. Aproximadamente
del 5 % al 6 % de las personas con enfermedad de Alzheimer presentan síntomas
antes de los 65 años
Estas alteraciones genéticas llevan
a la acumulación de proteínas "tau" y beta-amiloides en el cerebro,
específicamente en la parte responsable del habla y de la memoria, produciendo
el desarrollo de los síntomas de Alzheimer.
Cuando surgen los primeros síntomas, muchas veces son
confundidos con exceso de estrés y depresión, por lo que el diagnóstico de
Alzheimer precoz termina por ser tardío. Lo ideal es consultar a un neurólogo
siempre que surjan síntomas y haya antecedentes familiares de la enfermedad,
siendo el diagnóstico anticipado importante para iniciar el tratamiento y
retrasar el agravamiento del Alzheimer.
En el caso de Alzheimer precoz, los síntomas de la
enfermedad se presentan de forma mucho más rápida que en las personas de la
tercera edad, y la incapacidad de cuidarse de si mismo surge más temprano.
Es importante consultar a un neurólogo en cuanto haya
síntomas sugestivos de Alzheimer precoz, para que se realice el diagnóstico y
se inicie el tratamiento adecuado. Esta consulta es aún más importante en
personas con antecedentes familiares de Alzheimer, ya que presentan un mayor
riesgo de desarrollar Alzheimer precoz.
¿COMO SE CONFIRMA EL
DIAGNOSTICO?, ¿DE QUE TRATAMIENTOS SE DISPONE?
El diagnóstico de la demencia tipo
Alzheimer en cualquiera de sus variantes es realizado por el neurólogo a través
de la evaluación de los síntomas y del antecedente familiar de Alzheimer, test
de memoria y cognición, y exámenes de imagen, como resonancia magnética (RM) o
tomografía computarizada (TC) del cerebro.
Además, el médico puede solicitar
exámenes clínicos para descartar otras enfermedades que causan alteraciones de
la memoria, como hipotiroidismo, depresión, deficiencia de vitamina B12,
hepatitis o VIH, por ejemplo.
El tratamiento d Alzheimer precoz
debe ser orientado por un neurólogo, para ayudar a reducir los síntomas y
retardar la evaluación de la enfermedad. De esta forma, el médico puede recetar
diferentes medicamentos como donepezilo, rivastigmina, galantamina o memantina,
que ayudan a mantener las funciones cognitivas. Además, el médico también puede
indicar el uso de medicamentos para mejorar la calidad del sueño y el humor,
así como psicoterapia, práctica regular de actividades físicas y una
alimentación balanceada, incluyendo alimentos antioxidantes.
El tratamiento del Alzheimer
precoz debe acompañarse de un equipo multidisciplinario, para que pueda
retrasarse el surgimiento de otros síntomas y evitar complicaciones, además de
mejorar la calidad de vida de la persona.
Fuentes: mayo clinic, Alzheimer’s
Association, fundación pascual Maragall, abc.
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