LA IMPORTANCIA DE LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA EN PACIENTES CON ALZHEIMER U OTRAS DEMENCIAS
Tal
y como hablábamos en nuestro artículo anterior del blog, (prevención del
deterioro cognitivo); muchos estudios
han comprobado que la mejor arma que tenemos contra el deterioro progresivo del
Alzheimer es nuestra reserva cognitiva. Hablamos de reserva cognitiva cuando
queremos explicar la capacidad que tiene nuestro cerebro de compensar el
déficit cognitivo que viene provocado por una lesión cerebral o en este caso,
en forma de demencia. Es algo así como un «plan de rescate» cuyo potencial
dependerá del estilo de vida llevado a lo largo de los años. Se ha demostrado
que las personas que mantienen una actividad física y cognitiva, se alimentan
adecuadamente y tienen un sueño reparador, cultivan una reserva cognitiva de
mayor calidad que las personas con un estilo de vida poco saludable.
La
reserva cognitiva puede cultivarse a lo largo de toda la vida, y es por ello
que para reducir el avance de un deterioro cognitivo progresivo como la
enfermedad de Alzheimer, sea importante hacer una detección temprana e iniciar
un programa de estimulación cognitiva.
¿QUÉ ES LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA?
Cuando
hablamos de estimulación cognitiva, nos referimos al conjunto de estrategias y
técnicas que ayudan a mejorar las habilidades cognitivas afectadas por la
Enfermedad de Alzheimer u otras demencias.
Las capacidades cognitivas de las personas con Alzheimer van menguando a medida que va avanzando la enfermedad. Sin embargo, cuando la persona empieza a notar estos síntomas, lo más probable es que lleve desarrollando la enfermedad años antes.
La
repercusión socio-sanitaria de las demencias pone de manifiesto la necesidad de
establecer medidas preventivas y estrategias que permitan paliar los síntomas
en el paciente y disminuir la repercusión que éstos tienen sobre sus
actividades cotidianas y en su contexto social y familiar. Ante la ausencia, en
el momento actual, de tratamientos farmacológicos que consigan modificar la
historia natural de la enfermedad, la prevención y las estrategias no
farmacológicas para el control sintomático desempeñan un papel fundamental en
el abordaje terapéutico del paciente con demencia.
La
estimulación cognitiva representa una de las estrategias no farmacológicas más
estudiadas para el tratamiento y prevención del deterioro cognitivo. Se basa en
promover la actividad cognitiva del individuo con métodos y herramientas de
diversa naturaleza: tareas de lápiz y papel, ejercicios con fichas, actividades
informatizadas, sesiones en grupo…
¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE REALIZAR
ESTIMULACIÓN COGNITIVA CON PERSONAS CON DEMENCIA?
Al
llevar a cabo un "Programa de Estimulación Cognitiva" a un paciente
con diagnóstico de demencia, siempre se debe
realizar con el objetivo de maximizar las funciones cognitivas
preservadas y/o residuales de la persona, con el fin de enlentecer el avance de
la enfermedad y no con la finalidad de alcanzar el óptimo funcionamiento
premórbido a la enfermedad.
Así
pues, el diagnóstico precoz de la demencia es muy importante, ya que cuanto
menos avance tenga la demencia, a priori más efectiva podrá ser la terapia
aportada. Además, identificar las causas reversibles y tratables de la
demencia, permite utilizar diferentes estrategias no farmacológicas ajustadas
al individuo y al tipo de demencia.
En
resumen, la detección y estimulación en demencias se realiza con el fin de
enlentecer la progresión de la enfermedad, controlar la morbilidad asociada y
mejorar la calidad de vida del paciente y su cuidador.
El
objetivo de la estimulación cognitiva va a ser diferente en función del momento
de la enfermedad en el que se aplique. En sujetos cognitivamente sanos la
estimulación cognitiva podría tener un papel preventivo en el desarrollo del
deterioro cognitivo. Existen diferentes fases que requerirán diferentes
programas de estimulación dependiendo el avance de la enfermedad.
En una primera fase o inicial,
desarrollar un programa de estimulación cognitiva y motora en pacientes con
enfermedad de Alzheimer aportará beneficios a largo plazo en la afectividad, en
la conducta y en la autonomía de la persona. Además, en esta fase inicial, la
estimulación será más efectiva ya que las capacidades cognitivas del paciente
no están demasiado afectadas.
Será
en esta fase cuando se trabaje la activación mental, realizando un conjunto de
tareas sencillas como leer, escribir, o recordar hechos del pasado, que
ayudarán a estimular la memoria. Además, es importante trabajar con el paciente
la orientación temporal e invitarlo a estar al día de la actualidad social, así
como animarlo que siga participando en
eventos que permitan la relación social, con amigos y con familiares.
A
medida que la enfermedad progresa, en una segunda
fase, los pacientes empiezan a necesitar ayuda para realizar tareas más
complejas. Aunque pueden valerse por sí mismos,
su memoria empieza a fallar, olvidando hechos recientes y mezclando
recuerdos del pasado con el presente. Por esto, hay que trabajar la atención,
la orientación y su memoria inmediata, así como todos los aspectos relacionados
con los aspectos más cotidianos.
En
la fase más avanzada de la
enfermedad y la más dura, los enfermos de Alzheimer no recuerdan con claridad e
incluso no conocen a la gente de su entorno más cercano, siéndoles muy
complicado valerse por sí mismos. En esta fase, la estimulación pasará a ser
menos intensa y el apoyo se centrará en la familia, quienes recibirán toda la
información y orientación del profesional.
RECOMENDACIONES SEGÚN LA FASE DE
LA ENFERMEDAD
En
cada familia, y en cada situación, hay que diseñar un plan de cuidados
particular para cada persona. Para ello es importante que la familia o los
cuidadores del paciente tomen consciencia de qué es la enfermedad, y entre
todos los miembros de la familia, poder favorecer el entorno del paciente.
FASE LEVE
En
la fase leve, la estimulación debe enfocarse a los síntomas menores que presenta el paciente. Los más
frecuentes son:
-
Alteraciones de la memoria.
-
Dificultad para aprender cosas
nuevas.
-
Dificultad para hablar (frases
cortas).
-
Dificultad para escribir.
-
Cambios en el humor sin motivo.
Tendencia al bajo ánimo.
-
Se maneja bien en casa pero mal
fuera de ella en situaciones menos conocidas.
-
Intenta disimular sus errores.
¿QUÉ
COSAS PODEMOS HACER EN ESTA FASE?
-
Obtener toda la información sobre
la enfermedad.
-
Comprender al enfermo y adaptarse
a los cambios
-
Mantenerlo en su ambiente habitual
y establecer Rutinas
-
Informar e involucrar a la familia
-
Pensar en posibles cuidadores de
apoyo
-
Estar alerta a dificultades que
vayan surgiendo
¿CÓMO PODEMOS ESTIMULAR A PACIENTE?
Promover la comunicación con el paciente. (Tener ratos de conversación, sobre temas de actualidad, y sobre recuerdos, revisar fotos de vacaciones, y momentos felices para el paciente). La comunicación debe ser clara y sencilla, mas pausad, usando frases cortas y directas. Muy importante hacerle partícipe y no hablar delante de la persona como si esta no estuviera o no escuchara.Hacer
diariamente tareas concretas para trabajar cognitivamente, con cuadernillos, u otras actividades que trabajen funciones
cognitivas: atención, orientación, memoria, calculo, ..etc.
Incluir
actividades de la vida diaria que sean estimulantes para el paciente en las
rutinas: juegos (como el ajedrez, las cartas, u otros). Actividades que
impliquen actividad del paciente (teatro, coral, pintura, yoga, taichí,
gimnasia, gimnasia en el agua, grupos de interés variados, acudir a clases que
sean de interés para el paciente, etc.)
FASE MODERADA
Se
producen alteraciones más llamativas, que pueden generar dificultades para
desenvolverse en su vida diaria, y aumentar el aislamiento. Los más comunes
son:
-
Comunicación: dificultades para
encontrar las palabras, y nombrar cosas ó personas.
-
Aparecen dificultades para el
proceso de vestido y alimentación.
-
Puede costarle reconocer personas
menos conocidas. Esto se llama agnosia.
-
Es posible que muestren menos
interés por su higiene personal.
-
Pueden aparecer síntomas como
ideas peculiares, o contar sucesos que no han ocurrido. También puede darse el
caso que vean o escuchen cosas que no suceden.
-
Socialmente, es posible que lleguen
a tener una actitud no adecuada al contexto.
- Si viviera solo, no podría desenvolverse independientemente para sus rutinas.
¿QUÉ
COSAS PODEMOS HACER?
-
Apreciar y valorar el esfuerzo que
les supone realizar cualquier actividad.
-
Perder la memoria y capacidades,
no significa que pierdan la capacidad de sentir. Dar un extra de cariño.
-
Dirigirnos a el por su nombre,
situarse frente a él y mirarle a los ojos (ayuda a mantener la atención).
-
La conversación tiene que ser
tranquila, sencilla y cariñosa, pero no hablarle como a un niño.
-
Procurar que tome decisiones,
ofreciendo que elija entre dos cosas. Por ejemplo: (quieres una manzana o una
pera?
- Al no tener iniciativa, podemos
ayudar proponiendo la actividad: “ven, me vas a ayudar a doblar calcetines”.
¿CÓMO
PODEMOS ESTIMULAR A PACIENTE?
Manteniendo
sus rutinas, y evitando nuevas actividades que puedan desestabilizarle, o hacerle
sentir inseguro o con miedo. Todos los días acompañarle para que señale el día
y la hora en un momento fijo del día. Ayudarnos de colores en la casa, para
ubicar lugares (el baño, la cocina, etc). Poner pegatinas con dibujos para que
pueda encontrar más fácilmente las cosas (por ejemplo, dibujo de vasos en la
cocina, donde se guarden).
Buscar
un rato todos los días para conversar con el paciente actualizando recuerdos:
(el día de la boda, el mejor verano, etc.). Acudir a un centro de día, donde
tenga actividades de estimulación (talleres de manualidades, de memoria, etc.)
FASE
GRAVE
En
esta fase, los síntomas hacen que el paciente sea dependiente.
-
Pérdida de mayor autonomía.
-
No reconocen a la familia.
-
La memoria afectiva/emocional
sigue conservada.
-
Le cuesta tragar.
-
No controla esfínteres.
-
Requieren asistencia continua.
-
Movilidad reducida.
Existen
evidencias científicas, donde el tratamiento no farmacológico es eficaz incluso
en fases avanzadas de la demencia, cuando se trata de una intervención
integral.
¿QUÉ
COSAS PODEMOS HACER?
El
lenguaje no verbal es el mejor modo de contactar con ellos:
-
El contacto físico y visual
-
Las caricias, la sonrisa.
-
Tono de voz suave y tranquila.
Actividades
de la vida diaria:
-
Mantener las rutinas que sea
posible.
-
Sustituir las funciones de auto
cuidado que el paciente no pueda hacer.
-
Mantener un entorno tranquilo y
estable para el paciente.
¿CÓMO
PODEMOS ESTIMULAR A PACIENTE?
Estimulación
sensorial, a base de texturas, y olores. Guiando al paciente. (por ejemplo,
coger una textura rugosa, que la toque e identifique qué es, o decirlo nosotros,
e igual con olores, que sean familiares y agradables)
Priorizar
su estado afectivo y comportamental, frente a realizar estimulación cognitiva.
Es importante que el paciente esté en la medida de lo posible tranquilo, y no
incluir tareas que puedan excitarle.
Aprovechar
la memoria implícita, que es aquella a la que se accede de forma inconsciente
(cantar una canción que sepa el paciente, andar por un camino muy conocido,
recordar teléfonos antiguos, etc. tareas, en general, muy aprendidas)
Todas
estas técnicas de estimulación cognitiva producen un impacto positivo
importante para el paciente y sus familiares. Se trata de técnicas avaladas
científicamente y que pretenden mejorar la calidad de vida de los enfermos,
ralentizando en lo posible el avance de la enfermedad y potenciar el
mantenimiento de sus capacidades dotándoles de autonomía y dignificar, en
definitiva, al propio paciente.
Os
dejamos enlaces de interés en los que encontrar materiales que os ayuden a
realizar una estimulación cognitiva desde casa.
https://www.demenciayalzheimer.es/ejercicios-cognitivos-descargar/
https://fiapam.org/wp-content/uploads/2012/10/Volveraempezar.pdf
https://alzheimeruniversal.eu/2016/07/13/juegos-ejercicios-personas-alzheimer-demencias-lewy/
FUENTES: Neural.es, https://www.geriatricarea.com/, https://konexionalzheimer.com/
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